Curadores: Mari Carmen Ramírez y Marcelo E. Pacheco
La primera exposición de Antonio Berni (Rosario, 1905 - Buenos Aires,
1981) que presenta en forma exhaustiva y con piezas prácticamente desconocidas,
sus célebres series de Juanito Laguna y Ramona Montiel e incluye a los Monstruos
de sus pesadillas.
Producida en forma conjunta por MALBA y el Museum of Fine Arts, Houston
(MFAH), la muestra reúne un conjunto de 150 obras creadas entre 1958 y 1978,
cedidas por la familia del artista y por veinticinco colecciones públicas y
privadas de Argentina, Uruguay, Estados Unidos, España y Bélgica.
Activo desde fines de los años 20, Berni desarrolló una larga y
prolífica carrera marcada siempre por su visión social y política de izquierda,
que abarcó diversas variantes del surrealismo y del realismo, como el que él
mismo acuñó, a mediados de los años 30, bajo el nombre de “Nuevo Realismo”. A
fines de los años 50, cuando ya gozaba de gran reconocimiento en la escena
local con importantes vínculos intelectuales en París, Berni dio un giro
radical a su concepción del arte que lo posicionó como un artista de
pensamiento contemporáneo.
“Este realismo, actuando dialécticamente, encontró en el ciclo de
Juanito Laguna y Ramona
Montiel su campo más provocativo. El uso del collage y el ensamblado
puso en juego el problema de lo `real real´ y fortaleció las conexiones
subyacentes de la actividad social que se oculta en el mundo concreto de los
objetos”, reflexiona Marcelo Pacheco en su ensayo del catálogo.
La exposición se centra en este período singular e innovador de la
producción de Berni, en el que narra la vida y las andanzas de dos personajes
ficticios, el chico de la villa miseria y la prostituta, como arquetipos de una
realidad social posindustrial, en la periferia de la ciudad de Buenos Aires,
pero que podrían haber surgido de cualquier gran urbe latinoamericana.
Los protagonistas: Juanito y
Ramona
A fines de los años 50, la figura de un niño empezó a aparecer como
tema reincidente en la obra de Berni. Juanito
Laguna surge como el primer personaje berniano. Está inspirado en los
cientos de niños que el artista encontró en las villas miseria o barrios
periféricos humildes que existían en la ciudad de Buenos Aires desde los años
30 y que incluso habían crecido en los últimos años.
Berni concibe a Juanito como hijo de un trabajador obrero, peón de la
industria metalúrgica que vive en el barrio ubicado en el bañado de Flores y
que pasa el tiempo jugando libremente en la calle. Como aclara el propio Berni:
“Juanito es un chico pobre pero no un pobre chico. No es un vencido por las
circunstancias sino un ser lleno de vida y esperanza, que supera su miseria
circunstancial porque intuye vivir en un mundo cargado de porvenir”.
Internacionalmente apareció por
primera vez en la Bienal de Venecia de 1962, en la que Berni obtuvo el Gran
Premio de grabado y dibujo.
Berni comenzó a desarrollar el personaje de Ramona Montiel mientras vivía y trabajaba en París, a partir de
1962. Ramona es una joven de barrio que vive en el corazón de la gran urbe:
Buenos Aires. Agobiada por su trabajo de costurera y seducida por los lujos y
los esplendores, así como por las falsas promesas de “una vida mejor”, se
vuelve prostituta.
Para esta serie el artista hurgó en los mercados de pulgas parisinos
buscando materiales con los cuales componer su nuevo personaje: viejos vestidos
de lentejuelas, pedazos de encaje, cordones, pasamanerías y demás accesorios
con los que se engalanaban las mujeres de la Belle Époque. Ramona es producto
de una concepción parisina del artista, alimentada de la tradición del cabaret
francés y de su figura principal: la corista.
Los monstruos creados en un primer momento en escala
bidimensional representaban los temores que acechaban a Juanito en su paisaje o
entorno cotidiano, pero luego, ya en escala tridimensional, son producto de las
pesadillas en relación al incumplimiento de los deseos de Ramona. Igual que los
ensamblajes que narran la historia de Juanito, estas criaturas fantásticas
surgen de objetos de desecho y de materiales reciclados; pero, a diferencia de
aquellos, transfieren las investigaciones del artista a la escala de grandes
objetos. Por eso Berni los bautizó “construcciones polimatéricas”.
Desde 1964, Berni dividió sus monstruos en dos grupos: Monstruos
cósmicos y Monstruos infernales que desafían a Ramona Montiel. El carácter
humorístico de estas bizarras creaciones provocó gran revuelo al ser expuestas
por primera vez en su retrospectiva en el Instituto Di Tella en 1965. No sólo
ponían en jaque las nociones conservadoras del “buen gusto”, sino que además
mostraban la imaginación y el virtuosismo del artista en la técnica del
ensamblaje, que acercaba la obra al objeto escultórico.
Hasta el 23 de febrero de 2015
Jueves a lunes y feriados de
12 a 20 - Martes: cerrado – Miércoles de 12 a 21
Ingreso hasta 30' antes del
cierre
Entrada General: $60.
Estudiantes, docentes y
jubilados acreditados: $30. Menores de 5 años y personas con discapacidad: sin cargo.
MIÉRCOLES: General: $30.
Estudiantes, docentes, jubilados con acreditación, menores de 5 años y personas con discapacidad: sin cargo.
Estudiantes, docentes, jubilados con acreditación, menores de 5 años y personas con discapacidad: sin cargo.
MALBA Fundación Costantini - Avda. Figueroa Alcorta 3415 – Buenos Aires -
4808 6500
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